A finales de septiembre de 2014, dábamos cuenta en estas mismas páginas, de una de las sentencias con mayor repercusión mediática de cuantos procedimientos concursales se han tramitado en nuestro país. El Juzgado de lo Mercantil número 10 de Barcelona había dictado una contundente sentencia declarando culpable el concurso de Spanair y había condenado a sus administradores -de derecho y también de hecho- a sufragar un déficit concursal de 10,8 millones de euros, inhabilitando, además, a la práctica totalidad de la cúpula directiva de la aerolínea, para ejercer como administradores durante un plazo de dos años.