La industria de los videojuegos nació muy ligada a la investigación en universidades y al sector tecnológico, siendo una de sus características la constante evolución y avance técnico de los dispositivos y de los juegos comercializados por esta. Sin embargo, desde hace ya más de dos décadas, a la importancia del desarrollo tecnológico se le ha unido la importancia de los elementos más artísticos y estéticos de los videojuegos, los cuales, en definitiva, son los que interactúan con los jugadores.
Un videojuego es una obra complejísima compuesta por multitud de elementos, incluyendo software, personajes, obras gráficas, ejecuciones de actores, música, escenarios, marcas, patentes, secretos empresariales y, en general, toda una amalgama de activos intangibles (conocidos en el sector como “IP”, del término en inglés Intellectual Property) que son los que dan un valor extra a la empresa que los ostenta. De hecho, no es casualidad que, desde hace una década, empresas de origen asiático estén adquiriendo estratégicamente grandes participaciones de publishers y desarrolladores de videojuegos, conscientes de la importancia de la ostentación de estos derechos. El principal activo de una empresa de videojuegos son precisamente sus juegos, los cuales tienen un valor en el mercado gracias a que pueden ser explotados en términos de exclusiva por la existencia de tratados internacionales y leyes de propiedad intelectual e industrial, que confieren a su promotor o desarrollador la facultad de explotarlos de forma excluyente a cualquier otra persona. De esta forma, cuando se valora a una empresa de videojuegos, principalmente se toma en cuenta su IP, es decir, los activos que forman parten de su cartera de intangibles.
Por ello, es fundamental que toda empresa de videojuegos tenga en su ADN la creación de elementos protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, incluyendo las marcas de una franquicia de videojuegos, y todos aquellos elementos que forman parte del mismo, desde guiones originales, diseño de niveles, personajes llenos de creatividad y todo el resto de componentes que se incluyen dentro del juego con los que posteriormente interactuarán los jugadores.