España tiene un mercado de crédito que supera los 1.5 billones de euros, según diversas fuentes. Antes del comienzo de la crisis financiera en 2007-2008, la actividad crediticia de las entidades de crédito españolas alcanzó su mayor cota. en 2007, la concesión de crédito de bancos y cajas de ahorros a empresas y familiar triplicó en términos nominales la tasa de crecimiento de la economía española.