-Suponemos que ser una “primera espada” de un despacho en una oficina extranjera, en este caso, en Nueva York, supone un reto y una gran responsabilidad, más aun en los tiempos que corren. Cuéntenos cómo está viviendo la situación del COVID-19 tanto en el aspecto personal como en el profesional, teniendo en cuenta el gran impacto que el coronavirus está teniendo en USA y su background como resident partner en NY.
-Efectivamente, el mero hecho de representar a una gran firma como Pérez-Llorca en Nueva York y liderar desde aquí nuestro LatAm Desk es una responsabilidad, pero también un honor y un privilegio. El confinamiento impuesto en Nueva York me pilló regresando de Madrid donde me encontraba trabajando en una operación. A nivel personal, nos encerramos (mi mujer, mis dos hijos y yo) en nuestro apartamento de Manhattan, y desde entonces trabajo desde casa. Mi mujer se dedica a organizar y coordinar donaciones para grupos e instituciones afectadas por el COVID-19, y mis hijos asisten a sus clases habituales online de su colegio. La ventaja de nuestro confinamiento es que podemos salir libremente a la calle, si bien debemos hacerlo con mascarilla. En el aspecto profesional, tengo la ventaja de haber vivido ya como socio de Pérez-Llorca la crisis financiera de 2008, experiecia que me está sirviendo mucho para afrontar esta crisis actual. Resumiría diciendo que durante lo que llevamos de crisis del COVID-19, he visto tres etapas:
1. Situación de pánico
Los clientes nos solicitaban constantes actualizaciones sobre las medidas legislativas que se iban aprobando y sobre lo que se pretendía aprobar. Había desconcierto y pánico. Los días fueron súper intensos, no existían horarios ni fines de semana, pero era entendible porque los clientes necesitaban clarificaciones y respuestas urgentes ante tantas novedades.
2. Freno a la sangría
Pasadas algunas semanas, los clientes ya tenían más o menos clara la situación que afrontaban y comenzamos a ayudarles a implementar algunas cuestiones relacionadas con la reducción de costes, el personal, la búsqueda de financiación adicional, el comienzo de Refinanciaciones e incluso con diversas cuestiones Concursales y Litigiosas.
3. La nueva normalidad
Ahora nos encontramos en la situación en la que los clientes están pensando en la reapertura y sobre todo en el futuro de sus empleados y negocios. Todo apunta a que la crisis durará varios años y quieren adaptarese cuanto antes a lo que parace que será la nueva normalidad.
El contenido completo de esta entrevista se encuentra en el PDF.