Constituye esta Circular el resultado del ejercicio de una de las más significativas funciones que se atribuyen a las Autoridades Reguladoras Nacionales (en terminología europea) para los mercados eléctricos y gasistas.
La Directiva 2003/54/CE sobre el mercado interior de la electricidad obligaba a los Estados miembros a establecer unos reguladores con competencias específicas. La experiencia demostró el carácter dispar de los reguladores de energía en cada uno de los países europeos, tanto en lo relativo a su grado de independencia como a la suficiencia de sus poderes.
Por ello, entre los objetivos perseguidos por las Directivas del Tercer Paquete Europeo del año 2009 se sitúa el fortalecimiento de la independencia de los reguladores nacionales de energía y una armonización de sus competencias. De tal modo que todas las Autoridades Reguladoras Nacionales puedan contar con unas mismas características institucionales (fundamentalmente con garantía de independencia) y con un elenco homogéneo de funciones y potestades.