Entre otros, el Real Decreto-Ley introduce reformas en lo relativo a (i) la extensión de los plazos de la prórroga obligatoria y la prórroga tácita; (ii) los efectos frente a terceros de los contratos de arrendamiento no inscritos en el Registro de la Propiedad; (iii) la exclusión del ámbito de aplicación de la LAU de la cesión temporal del uso que comporta la actividad de las denominadas viviendas de uso turístico; (iv) la fijación de un límite máximo en el importe resultante de la actualización de la renta; y (v) otras modificaciones.